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lunes, 1 de octubre de 2012

Marcel Proust en mi Poemario Privado


Tocata a la Primavera

Un golpecito en la ventana, 
como el de un proyectil que hubiese chocado, 
fue seguido por el sonido pleno de algo que caía; 
tan ligero, 
sin embargo, 
como si de una ventana de arriba, 
hubiesen dejado caer un poco de arena; 
luego, lo que caía se difundió, 
adoptó un ordenamiento, un ritmo; 
se volvió líquido, 
sonoro, tamborileante, 
musical, inmemorable, universal. 
Era la Lluvia.