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martes, 13 de abril de 2010

Charles Baudelaire En Mi Poemario Privado




Al lector



Afanan nuestras almas, nuestros cuerpos socavan  
La mezquindad, la culpa, la estulticia, el error,
Y, como los mendigos alimentan sus piojos,
Nuestros remordimientos, complacientes nutrimos.

Tercos en los pecados, laxos en los propósitos,
Con creces nos hacemos pagar lo confesado
Y tornamos alegres al lodoso camino
Creyendo, en viles lágrimas, enjugar nuestras faltas.

En la almohada del mal, es Satán Trimegisto
Quien con paciencia acuna nuestro arrobado espíritu
y el precioso metal de nuestra voluntad,
Íntregro se evapora por obra de ese alquímico.

¡El diablo es quien maneja los hilos que nos mueven!
A los objetos sórdidos les hallamos encanto
E, impávidos, rodeados de tinieblas hediondas,
Bajamos hacia el Orco un diario escalón.

Igual al disoluto que besa y mordisquea
El lacerado seno de una vieja ramera,
Si una ocasión se ofrece de placer clandestino
La exprimimos a fondo como seca naranja.

Denso y hormigueante, como un millón de helmintos,
Un pueblo de demonios danza en nuestras cabezas
Y, cuando respiramos, la Muerte, en los pulmones
Desciende, río invisible, con apagado llanto.

Si el veneno, el puñal, el incendio, el estupro,
No adornaron aún con sus raros dibujos
El banal cañamazo de nuestra pobre suerte,
Es porque nuestro espíritu no fue bastante osado.

Mas, entre los chacales, las panteras, los linces,
Los simios, las serpientes, escorpiones y buitres,
Los aulladores monstruos, silbantes y rampantes,
En la, de nuestros vicios, infernal mezcolanza

¡Hay uno más malvado, más lóbrego e inmundo!
Sin que haga feas muecas ni lance toscos gritos
Convertiría, con gusto, a la tierra en escombro
Y, en medio de un bostezo, devoraría al Orbe;

¡Es el Tedio! -Anegado de un llanto involuntario,
Imagina cadalsos, mientras fuma su yerba.
Lector, tu bien conoces al delicado monstruo,
-¡Hipócrita lector -mi prójimo-, mi hermano! 




Proyectos de Prefacios 
(Fragmentos)



Prefacio I


... Se me han atribuido todos los crímnes que he relatado. Malversación del odio y del desprecio. Los elegíacos son unos canallas. Et verbum caro factum est. Porque el poeta no pertenece a ningún partido, de otro modo sería un simple mortal.

El Diablo. El Pecado Original. Hombre bueno. Si lo deseaís podéis ser el favorito del Tirano. Resulta más dificil amar a Dios que creer en Él. Por el contrario, para la gente de este siglo, es más difícil creer en el Diablo que amarlo. Todo el mundo lo siente y nadie cree en él. Sublime sutileza del Diablo.


II

Prefacio  De Las Flores

Este libro no ha sido escrito para mis mujeres, mis hijas o mis hermanas, las hijas o las hermanas de mi vecino. Dejo esa tarea a quienes se muestran interesados en confundir las buenas acciones con el lenguaje bello.

Sé que el amante apasionado del bello estilo se expone al odio de las multitudes; más ningún respeto humano, ningún falso pudor, ninguna coalisión, ningún sufragio universal, podrían obligarme a hablar la jerga incompresible de este siglo, ni a confundir la tinta con la virtud.

Ilustres poetas, hace tiempo que se repartieron las provincias más florecientes  del terreno poético. Me ha complacido, y tanto más cuando la tarea presentaba crecientes dificultades, extraer la belleza del Mal. Este libro, esencialmente inútil y absolutamente inocente, no tiene otro fin que divertirme y estimular mi gusto apasionado por la dificultad...

 
De: Las Flores Del Mal
Paris
1855
*

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