Facundo Cabral tuvo una infancia dura y desprotegida, convirtiéndose en un marginal al punto de ser encerrado en un reformatorio.
Al poco tiempo consigue escapar y según cuenta encontró a Dios en las palabras de Simeón, un viejo vagabundo...
...Gracias a la soledad me conozco... algo fundamental para vivir.
La vida no te quita cosas: te libera de cosas... te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y, llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.
Dios te puso un ser humano a cargo y eres tú mismo.
A ti debes hacerte libre y feliz.
Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.
A ti debes hacerte libre y feliz.
Después podrás compartir la vida verdadera con los demás.
Recuerda: "Amarás al prójimo como a ti mismo". Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.
Además, la felicidad no es un derecho, sino un deber; porque si no eres feliz, estarás amargando a todo el barrio. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar a seis millones de hermanos judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo.
Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida.
Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Da sin medida y te darán sin medida.
Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.
"Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír".
Cabral sabe que desde hace algunos años su mayor cruz es una enfermedad ocular que le está arrebatando la visión. "Es una enfermedad muy grande. Tuve muchos accidentes y a la larga tuve desprendimientos de retina dos o tres veces. Pero lo llevo bastante bien".
-¿Qué cosas le hace sentir el ver cada vez menos?
Pensar mejor. Pensar más. Hay un caso extraordinario en la historia: Demócrito. Nada menos que él. Demócrito se hizo quemar los ojos, decía, "para poder pensar, porque el mundo es tan bello que me distrae". Es como cerrar los ojos antes de dormirte y ves al mundo de una manera diferente. Además, yo ya vi tanto. ¡Caramba, el mundo es tan bello! Flores, reptiles, mares, océanos, volcanes, osos polares, hay delfines hasta rosados, las mujeres que son tan bellas… ¡Ah, mi Dios, el mundo es una fiesta!
Por eso nunca entendí a la gente que se aburre y se siente pobre. No la entiendo.
"La Vida es bella".
-¿Qué cosas le hace sentir el ver cada vez menos?
Pensar mejor. Pensar más. Hay un caso extraordinario en la historia: Demócrito. Nada menos que él. Demócrito se hizo quemar los ojos, decía, "para poder pensar, porque el mundo es tan bello que me distrae". Es como cerrar los ojos antes de dormirte y ves al mundo de una manera diferente. Además, yo ya vi tanto. ¡Caramba, el mundo es tan bello! Flores, reptiles, mares, océanos, volcanes, osos polares, hay delfines hasta rosados, las mujeres que son tan bellas… ¡Ah, mi Dios, el mundo es una fiesta!
Por eso nunca entendí a la gente que se aburre y se siente pobre. No la entiendo.
"La Vida es bella".
Así lo cree Facundo Cabral, quien asegura no entender a aquellos que no saben apreciarla. Pero los años no le han sido indiferentes
Es que es la vejez –la que él define como "la estación serena de la vida"– su último gran descubriento.
"Lo único que se desbarata es el cuerpo. Pero yo no soy el cuerpo. El cuerpo es el vehículo que me lleva de la cuna a la tumba. Yo soy mi espíritu, mi alma y las ideas que arman mis neuronas
Dios me dio esto y aprendí a querer lo que me dio. Y le estoy sacando partido".
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